Ha
pasado un poco la algarabía por el triunfo del Domingo, pero la alegría
continua y estará presente por varios días, es que el partido fue de aquellos
que los hinchas siempre queremos disfrutar, esos en los cuales vemos pasión,
fútbol, viveza y polémicas acordes a un encuentro con ambiente de clásico.
El
cotejo en su primer tiempo no fue de los mejores jugados, hubo pierna fuerte y
pocas oportunidades claras de gol, Colo-Colo lo tuvo en tres ocasiones con
Paredes, Fierro y un lanzamiento del “Pajarito” Valdes y la u en un tiro libre
de Canales que Villar saco de buena forma, el resto, el Cacique tratando de
controlar el juego a través de la posesión de balón y evitando la salida clara
de los azules, que sin Espinoza perdieron mucho en ese aspecto del juego, por
lo que se dedicaron a esperar al rival, sin arriesgar mucho, hasta que
ocurriera un error en la defensa alba, impensado con el alto nivel que mostró
Barroso y Vilches, así, se notó claramente que equipo salió a buscar el partido
y cual busco el no perder. Punto aparte fue la “infantil” reacción de Vilches,
que si el juez no tiene el criterio para evitar que el partido tomara un curso
errado en pleno primer tiempo, hubiese sido expulsado (aunque el inflado de
Rubio también merecía la tarjeta roja) y ocasionado un cambio en la correcta
planificación de Tito Tapia.
Al
comenzar el segundo tiempo, Colo-Colo sacó a relucir todas las armas con que
cuenta el plantel, aunque corto, pero
como dice nuestro DT, lleno de jerarquía, algo primordial para ganar estos
enfrentamientos.
Solo
transcurrían seis minutos, cuando apareció el hombre distinto, el que todo
hincha quiere tener en su equipo y que el contrario no tenga uno así, aquel que
puede cambiar el curso del partido con una genialidad, sin haber participado en
gran parte del desarrollo del cotejo, y ese es nuestro goleador Esteban Efraín
“Visogol” Paredes, quien con un toque sutil, mágico, lleno de una técnica
exquisita, conecta un preciso pase de Flores para batir a su “hijo” (lo ha
hecho en 8 ocasiones) y hacer explotar de alegría a mas de 40 mil hinchas, que
aguantamos estoicamente el intenso calor, pero gritamos con todo la apertura
del marcador.
Luego
de 1-0, se notó algo de cansancio en algunos jugadores del Cacique, lo que la u
aprovecho para tener dos llegadas de peligro con un cabezazo de Benjamín Ruiz,
quien había ingresado hace unos minutos y antes, un carreron de Rubio,
ganándole las espaldas a Fierro, logro llegar al área y disparar cerca del arco
custodiado por el seguro Justo Villar.
Y
cuando la vocal comenzaba a intentar algo mejor, ocurrieron dos hechos que para
mí, sentenciaron el triunfo del local, primero, la salida de Rubio, quien bien
abierto en la cancha, lograba que Fierro no lo marcara de cerca, sumado a las
constantes subidas del lateral albo, le daban espacio para crear peligro, pero
el técnico azul lo saca impensadamente y, segundo, la expulsión del “Rápido”
Rojas por falta sin pelota a Flores (segunda amarilla), provocando que su
equipo enfrentara lo que quedaba del partido con uno menos, eso sumado al
cansancio, calor y mejor juego albo, termino por sentenciar el triunfo.
Todo
esto tendrá su rúbrica con el buen gol del “Palmatoria” chileno, el ex hincha
“madre”, quien pisando el balón intenta sacarse a “er Johnny”, logrando este
tocar la redonda, pero el rebote le queda justo al hombre con sangre mapuche
para que la empuje decretando el 2-0 y el estallido del Campeónodromo sumado a
una celebración fervorosa que demuestra su sangre guerrera y que la camiseta
blanca de a poco se le ha ido impregnando en su cuerpo.
En
la última parte del clásico, ocurre la expulsión del segundo hombre azul por un
horrible golpe a Delgado (roja inexcusable) y como guinda de la torta Colo-Colo
comienza a tocar el balón de un lado a otro en todo a lo largo y ancho de la
cancha, comienzan los “oles” y la celebración, ratificando la paternidad que ya
suma 14 años, es decir, si Ud. tiene un hijo, sobrino, primo, hermano o vecino
que haya nacido a partir del 2001, no ha visto jamás una victoria de la vocal
en el recinto de Pedreros.
Creo
que en ninguna parte o momento del partido estuvo la sensación que lo perdíamos
o que la victoria estaba en duda, Colo-Colo fue superior de principio a fin
(66% de posesión de balón), fue el equipo protagonista, el que busco, el que
siempre intento ganar, en resumen, el que tuvo las ganas de demostrar su
superioridad y lo logro.
Los
últimos minutos todo era un frenesí en el Monumental, nuevamente le habíamos
ganado al equipo que se cree nuestro archirrival, pero que en nuestro estadio
no es ni la sombra de lo que es en otros escenarios.
Son
muchos los sentimientos que un hincha tiene en estos partidos, reímos,
lloramos, disfrutamos, salen los abrazos, los golpes de palmas y todo lo que
significa ser parte del mas grande de Chile y para nosotros, el más grande del
mundo.
Para
finalizar, no puedo dejar de mencionar la asquerosa organización de Blanco y
Negro, sumada a la ineficiente y sin lógica del plan estadio seguro, que deja
hinchas fuera con entradas en la mano, ocasionan pasar largas horas bajo un sol
inclemente y a pesar de todas las medidas tomadas, la violencia no se acaba.
Es
del caso comentar la prohibición del ingreso de globos cuncunas, pero si
autorizan lo mismos globos con la publicidad de una empresa de televisión por
cable, ¿cuál es la diferencia?, obviamente un tema comercial.
A
pesar de lo anterior, nada ni nadie, menos los llantos interminables de los
hinchas, ex jugadores y todo lo que rodea al equipo de la lechuza, podrán
evitar nuestra alegría y que alegría, que alegría, ole, ole, ole.
Por Francisco Carcey
| @Lex_Albo