Fueron
muchas cosas malas en muy pocos días. Primero la eliminación de la copa Chile,
a manos de la bestia negra de Colo Colo. Después la infiltración de Paredes
para jugar y la lesión de Jaime Valdés. Para coronar todo con un amargo empate
frente a Ñublense jugando mal.
Arrancaba
el partido en el Monumental con una gran jugada de Vecchio que se sacó a un par
de rivales y la picó por sobre el portero, pero pego en el palo. Después de esa
aislada jugada, llegaron las amargas conclusiones.
Es
notorio que Colo Colo cuenta con grandes jugadores, pero que no hay
reemplazantes. Y lo focalizo principalmente en dos: Paredes y Valdés. El
primero si bien jugo, es de conocimiento público que se infiltro para poder
estar, pero se notó que estaba a media máquina. El segundo, determinante en el
juego del equipo.
Si
bien Baeza no jugo mal, tiene otras características. No le vamos a pedir a él
que remate de media distancia o que cree fútbol. Jaime tiene unas condiciones muy
únicas en el fútbol nacional y cuando no está, se nota.
Fue
un mal partido en general. Se crearon muy pocas ocasiones de gol. Emiliano
Vecchio tuvo un par de ocasiones para anotar, pero lo que se le pide al ‘10’
del equipo es que habilite a sus compañeros, cosa que no sucedió.
Delgado
y Flores nunca encararon a sus rivales. Siempre se centralizo el juego. Los
laterales no se proyectaron con peligro y los centros eran sencillos de
resolver para la defensa de Ñublense. Otro recurso que casi ni se ocupó, fue el
remate de media distancia. Falta más ímpetu en ofensiva, ante defensas cerradas
pegarle desde afuera del área es una opción.
La
defensa cumplió en líneas generales, pero destaco la experiencia de Justo
Villar que saco dos claras de la visita. En síntesis, un agrio efecto domino
que nublo a Colo Colo.
Se
viene una semana difícil. El resultado fue negativo, y lo más preocupante fue
que se jugó mal. Me molesta que la prensa hable tanto del clásico, pero con
este resultado más énfasis le darán. Lo peor es que se viene un rival que nos
tiene la mano tomada hace años, la Universidad de Concepción.
Aquel
partido se debe ganar, literalmente, como sea. Es un rival que todos deseamos
con ansias vencer lo antes posible para sacar esa espinita que nos viene
dejando el último tiempo, pero que toma más relevancia por las circunstancias
que se viven. Después se hablará del clásico y el resto del torneo que todos
olvidan.
A
trabajar en la parte táctica para que se presenten variantes en el juego
durante los partidos. A ver la parte física de ciertos jugadores, porque
necesitamos de todos para conseguir los resultados esperados. Y a trabajar en
la parte anímica, porque se vio a un equipo tocado por lo vivido.
Espero
que toda la hinchada Popular de la octava región adquiera su entrada, vaya el
domingo al CAP de Talcahuano y se haga notar apoyando al equipo todo el
partido. Es hora de doblegar a ese equipo que viste de amarillo, sumar de a
tres y comenzar a perfilarnos a ser punteros. Vamos Colo Colo!
Por
Ignacio Ramírez | @iramirezmorales