“Y verás cómo quieren en Chile al amigo cuando es forastero”. De esta forma dicta el vals “Si vas para Chile” compuesto por el músico Chito Faró en 1942. Veintitrés años más tarde lo comprobaría uno de los extranjeros más recordados, valorados y queridos en Colo Colo: Elson Beyruth.
El brasileño había debutado el ‘59
en el cuadro de Flamengo, mismo año en que defendió a la “Verdeamarela” que
participó en los Juegos Panamericanos de Chicago, selección que ganó la Medalla
de Plata. Luego, tras un paso por el Corinthians, es traído en 1965 al cuadro
Albo por el técnico Hugo Tassara. La contratación se hizo después de jugar un
cuadrangular en Temuco, en donde como anécdota se vence por 3-0 a la U.
Es así como llega el día del debut
del “Cacique” en el campeonato y también el de Beyruth. El 4 de abril del ’65
el rival a vencer en la primera fecha es Audax Italiano. El conjunto de colonia
vencía por la cuenta mínima hasta que el nacido en Sao Joao de Barra, aquel
joven desconocido de 23 años, logró el empate, además de la simpatía de la
fanaticada. La conquista fue un golazo, como la mayoría de las 111 dianas que
marcaría en su paso por Colo Colo: Entra al área itálica con sus defensores,
literalmente, a la rastra y el brasileño no perdona, zurdazo y a cobrar. El
partido termina 3-1 favorable al “Popular”.
Aquel año los Albos no hacen un buen
torneo, terminan séptimos, pero al colocolino le queda al menos el consuelo de
haber incorporado en sus filas a una joven figura que prometía cambiar la
suerte de un equipo opacado por las actuaciones de las universidades. Beyruth
se integra de buena manera al plantel con la ayuda de su compatriota Roberto
Frojuelo y se inserta en el corazón de los hinchas con los 15 goles convertidos
en aquella campaña en donde resulta ser el goleador de Colo Colo.
En los torneos siguientes el
“Turco”, como se le conocía, siguió demostrando su calidad y acrecentando su
leyenda a punta de goles. En 1966 se repite la historia, puesto que en la
primera fecha el “Cacique” vence por 3-0 a La Calera en donde los 3 goles son
obra del brasileño. Otra vez resulta el goleador del equipo con 14 tantos. Pero
su punto más alto está por venir.
La impaciencia y la frustración eran
las mejores palabras que podían definir el estado de la fanaticada popular. En
1970 se cumplían siete años desde la última vez que Colo Colo se había
consagrado campeón. Y aquel año no parecía ser el que terminase con la anemia
de títulos. Unión Española se perfilaba como el más seguro candidato al trono. Los hispanos ganaron por una gran diferencia de puntos el Metropolitano y
posteriormente la Zona “B” del Campeonato Nacional, pero esto no les aseguraba
nada, les restaba la Liguilla. Es en esta instancia en donde Colo Colo remonta
considerablemente, logrando empatar en puntos con los rojos y estirar la
definición a un partido extra que se juega al año siguiente. El 27 de enero de
1971 se disputa la definición. La angustia para unos y para otros se extiende
hasta el tiempo extra tras igualar en los 90’ 1-1, en donde para los blancos
había convertido Beyruth. Los jugadores albos se encontraban visiblemente más
fatigados, la Unión atacaba
incesantemente, parecía cosa de tiempo, lo sufría el cuadro de Arellano
y la casi totalidad de los espectadores en el Estadio Nacional. Nada hacía
pensar lo que sucedería. El minuto de la gloria: El “Chita” Cruz envía una
pelota dividida, el brasileño corre perseguido por Pacheco y Arias. Sigue con
el balón y cuando sale el arquero Olivares, el Ídolo toca la pelota a un rincón
y ¡GOL! “¡Beyruth, Beyruth, Beyruth!” coreaban las más de 70 mil almas
extasiadas. Fue en aquella noche en donde se dijo de Arica a Magallanes:
“Beyruth es Colo Colo”.
Al año siguiente, Elson fue elegido
el “Mejor Deportista del Fútbol Profesional”. Y en 1972 otra vez sería pilar en
la obtención de la estrella número once. En 1973 participaría sólo de un par de
partidos en la Libertadores, en donde tras no ser considerado en el encuentro
frente a Cerro Porteño, disputado en Santiago, tomó sus cosas y se fue de Colo
Colo para no volver más. Otros dicen que lo sacaron los dirigentes por ser un
jugador que frecuentemente estaba discutiendo los premios del plantel. Y otros
señalan que se fue al no sentirse considerado por Luis Álamos, sobre todo
después de que el técnico lo haya dejado fuera del partido contra Botafogo en
el Maracaná, tras haber olvidado intencionalmente el pasaporte del brasileño en
el hotel, para marginarlo de aquel cotejo. Sea como sea, nada podía derrumbar
la admiración que esta gran figura había conseguido a lo largo de los ocho años
en que permaneció en la escuadra popular. Brilló en una de las peores épocas a
nivel futbolístico e institucional del club.
Por toda tu entrega, tus goles y tu
amor por la camiseta, desde Mundo Colo Colo, a dos años de tu partida, te
decimos: Gracias y hasta siempre, Ídolo.
Por EDUARDO LEMUS | @edo_lemus